top of page

Recent Posts

Sin cambios no hay mariposa. Es hora de entrar en el proceso de metamorfosis. #MondayQuote

  • Marynet Sanchez
  • Jun 15, 2017
  • 5 min read

Efesios 4: 22-24

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.


La palabra metamorfosis proviene del griego («meta», cambio y «morfe», forma) y significa “transformación”. La metamorfosis no es exclusiva de las mariposas, sino que también ocurre en muchos otros insectos, moluscos, anfibios, crustáceos, equinodermos, etc. Sin embargo, para mí la más impresionante es la transformación de la llamada larva, luego oruga hasta convertirse en la hermosa mariposa. Como cristianos nos podemos identificar con este escenario.



En mi plano personal no cabe duda me he podido identificar. Mientras crecía por momentos me sentía esa oruga que si bien vemos este insecto lo describimos como un animal de un aspecto muy poco agradable. La oruga es la segunda fase de transformación de la mariposa pues antes de esta viene la larva. La oruga pasa por un proceso fuerte de transformación pues muda su piel varias veces. En el trayecto de mi vida me he visto en etapas donde la baja autoestima, el bullying, las constantes comparaciones han provocado en mi este cambio de piel. Pero, ¿será posible para el ser humano realizar esta transformación de oruga a mariposa por si solos como lo hace este insecto? La respuesta es no. Si es posible que el ser humano pueda transformarse por los procesos que experimente, pero si Cristo no está en estos procesos y decidimos dejarlo fuera de nuestro entorno desafortunadamente nos convertiremos de larva a oruga y muy probable permaneceremos en este estado devorando hojas, tallos, frutos, flores y cualquier otro tipo de material que se encuentre en nuestro paso como lo hace la oruga.


Fue precisamente en esta etapa donde descubrí que sin la ayuda de Dios no lograría esa transformación quería en mi ser. Acepté a Jesús como mi Salvador y pedí con clamor me permitiera alimentarme del néctar que se alimentan las mariposas, yo anhelaba esa transformación. Te hago la salvedad que, así como las orugas entran en un estado lo que llamamos etapa de pupa donde se encierran dentro de una cápsula protectora y allí permanecen inmóviles mientras pasan su proceso de metamorfosis así pasa con todos los que somos transformados por la sangre de Jesucristo. Muchas veces al entrar en esta etapa me desesperaba y dentro de esta cápsula donde venía el dolor, la traición por personas a mi alrededor y hasta el alejamiento de tantas personas que amaba no podía permanecer inmóvil, quería enfrentar y no callar, pero Dios intervino y en su misericordia hablaba a mi vida y me explicaba que era necesario callar, permanecer inmóvil, era necesario entrar en su regazo y estar solo con El. Dios estaba obrando a mi favor. Durante este proceso si, el dolor venía, pérdidas de seres amados, pérdida de empleo, celos de parte de personas cercanas a mí que yo no podía entender por qué sucedía, pero decidí obedecer a Dios. Decidí que no quería seguir siendo oruga y que ese dolor se convirtiera en mi alimento para hacer de mi un ser con un corazón duro que solo terminaría devorando y llevando por el medio a quien se interpusiera, no quería terminar siendo como el famoso refrán y del cual se ha convertido en la estrategia de muchos “quítate tú para ponerme yo” quería convertirme en Mariposa.


Si hay algo que he aprendido es que una oruga nace de la vida que le causa que llegue a ser una mariposa. No se pone un disfraz de mariposa para actuar como una mariposa. Eso lamentablemente es lo que he visto en muchas personas, intentan ser mariposas siendo aún orugas, no te niego hasta yo lo intenté.

Es de vital importancia pasar por los procesos de la vida, esos procesos de dolor, traición y perdida. ¿Quizás te preguntaras el por qué? Y honestamente te pregunto; ¿Es posible perdonar sin haber tenido la necesidad de ser perdonado? ¿Es posible amar sin haber experimentado el amor? ¿Es posible ayudar alguien sin haber tenido la necesidad de que te ayudaran alguna vez? No sé, pero en mi caso he entendido que si he pasado por el dolor de una pérdida de un ser querido cuando veo que alguien cercano a mi que pierde un ser querido no dudo en ponerme en su lugar y brindarle aliento, mi abrazo de fortaleza, cuando veo que alguien viene a mi pidiendo consejo porque ha perdido su trabajo y no sabe cómo salir a flote inmediatamente puedo recordar cómo se siente ante la incertidumbre de lo que vendrá, por último sí, me han herido pero así mismo he tenido que analizar y ver como yo también aun sin quererlo he herido a otros con mi actitud o indiferencia ante diversas situaciones.

Por eso es importante entrar en la “Crisálida” pero para poder ser realmente transformados es vital tomar a Cristo como nuestro alimento, más de su elemento. Al entrar en este proceso con Cristo, experimentamos una transformación que no es meramente un cambio externo, sino uno que procede de nuestra nutrición espiritual y de la vida de Dios que opera en nosotros. Ojo la transformación no tiene nada que ver con un cambio que surge de hacer el bien o mejorar nuestro comportamiento, si hacemos solamente esto, estaremos disfrazándonos de mariposa, pero en nuestro interior seguiremos siendo orugas.


La transformación genuina es diferente. Un cambio interno toma lugar en nuestro ser a medida que tomamos a Cristo como nuestro alimento y bebida espiritual. Logramos este cambio cuando pasamos tiempo con él, cuando intimamos, leemos su palabra y recibimos lo que nos da, cuando actuamos de acuerdo a su voluntad y no la nuestra. Mientras comemos, la vida divina en nosotros puede operar y nuestra “apariencia” mejora gradualmente hasta que espontáneamente comenzamos a expresar a Cristo más en nuestra vida diaria.


Cuando las personas comentan “Esa persona es muy diferente de lo que antes era. ¿Qué le sucedió?” “tiene una luz, se ha convertido en un ser especial”. Es ahí cuando mi hermano con lágrimas en mis ojos te digo te has convertido en una hermosa mariposa. Yo no puedo decir que soy una mariposa madura. De hecho, al emerger la mariposa adulta esta se encuentra extremadamente frágil, con las alas pequeñas y húmedas. Luego de unos minutos las alas se estiran y fortalecen completamente, comenzando así la mariposa su maravillosa vida como un insecto alado. Reconozco que, aunque Dios ha hecho de mí una mariposa dependo de él para volar. las mariposas vuelan hasta agotar todas sus energías y morir, pero como cristianos volamos y volamos dependiendo de la fuerza de Dios para no morir en el proceso.


¿Quieres ser una mariposa y dejar de ser una oruga? Entra en la pupa, en el aposento de nuestro Señor, déjate alimentar y permite que los procesos que estás enfrentando sean utilizados por Dios para transformar tu vida y testimonio para otros. Acepta el reto hoy, Acepta a Jesucristo como tu Salvador, comienza a volar y alimentarte del néctar nos da Dios.

Romanos 12:2:

“No os amoldéis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable y lo perfecto”.

2 Corintios 3:18

“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.

Con amor Marynet

Comparte esta reflexión con otros.

Ref.

Biblia – Version Reina Valera

http://biblesforamerica.org/es/la-transformacion-y-su-significado-en-la-biblia/

https://www.mariposas.wiki/metamorfosis-de-las-mariposas


 
 
 

Comments


Archive

Tags

bottom of page